
Bloqueos y motivación para el ejercicio
¿Te cuesta mantener la motivación para el ejercicio?
Tal vez empezás con el ejercicio muy regular y con mucho entusiasmo pero a cierto tiempo ya no querés seguir, o querés hacerlo pero no accionás y decís “no tengo motivación para el ejercicio”.
Eso puede generar un poco de frustración en el proceso e inclusive un bloqueo para volverlo a intentar nuevamente.
Mantener la motivación para el ejercicio es complejo porque influyen muchas cosas, pero siempre es clave tu meta y el motivo de esta, ¿ Por qué y para qué lo hacés?.
Seguí leyendo porque vas a encontrar información importante, tips sobre motivación y algunos bloqueos que surgen en el camino de ejercitarte.
¿Qué es la motivación?
La motivación es esa energía que te mueve a tomar acción o lo que causa una acción. Se deriva de la palabra “motivo” que viene del latín “motivus” (movimiento), básicamente es la acción de motivar o mover a la acción.
Puede venir de una condición (interna o externa) que desea un cambio en vos o en algo del entorno, movido por: metas, valores, deseos de experiencias o emociones.
Tiene dos componentes importantes: la dirección (¿hacia dónde la dirigís o enfocás esa acción?) y la intensidad (la cantidad de energía que destinás para hacerlo). Entre más importante y relevante sea ese motivo para vos más energía vas a gastar en lograrla.
La motivación para el ejercicio serían los motivos que te llevan a ejercitarte o a entrenar.
Estos motivos pueden tener un origen externo (algo fuera de vos) por ejemplo: Una medalla, una foto, Que me vean de cierta forma, Mantener un status social, Cumplir con un estándar social, Cumplir con algo que me dijeron “tengo que hacer”.
O pueden tener un origen interno (algo dentro tuyo) como: Porque te sentís bien haciéndolo, porque te gusta esta actividad y la disfrutás, porque es importante para vos, se asocia a tus valores (las cosas que son importantes para vos).
Este origen es importante, ya te lo contaré más adelante.
ANTES DE SEGUIR TENÉS QUE SABER:
Dos cosas muy importantes antes y durante el proceso es que:
- No siempre vas a estar motivada para el ejercicio y gran parte de lograr resultados está en hacer las cosas cuando no estamos motivadas. Eso no significa hacerlo obligada o impuesto por otros, ya lo verás.
- Cambiar no le gusta al cerebro. Porque está diseñado para la sobrevivencia desde la mínima energía, y comprenderás que los cambios ocupan grandes cantidades de energía y nos ponen en estados de alerta. todo lo que el cerebro evita y por eso tratará de crear barreras para mantenerte “segura”.
Sabiendo esas dos cosas es importante que tengás definidos tus objetivos, porque ya que vas a hacer la inversión de energía ocupás darle dirección.
¿Cuál es tu meta?
La línea de meta te indica hacia dónde te vas. Igual que en el GPS si ponés mal la dirección de llegada vas a gastar combustible pero no vas a llegar a donde querés por eso es importante definirla.
El objetivo, o los minipasos son un gran modificador de la conducta y son las tablas del puente entre tu punto A y tu lugar de destino (punto B), los que te marcan la ruta.
Esa meta debe estar bien trazada y clara, una guía fácil es utilizar el método SMART.
¿Recordás del origen de los motivadores (internos o externos)? Pues aquí viene su punto clave.
Eso que querés lograr ¿Es una meta tuya, relevante para vos?(de origen interno) ¿O es una meta de alguien más, impuesta? (de origen externo). Tus razones para comenzar a hacer ejercicio son fundamentales para mantenerte constante.
La falta de motivación
La revisión hecha por Texeira et al explica que la falta de motivación para el ejercicio puede suceder cuando hay poco interés o pocas competencias.
Cuando el interés no es suficiente puede ser que realmente no sea algo que querás o valorés tanto como para que en este momento sea una prioridad e invertirle tiempo y energía o que no sea un interés tuyo sino algo impuesto desde el exterior.
Cuando la persona no se siente o cree capaz de lograrlo también se desmotiva porque no lo vez posible, es algo muy lejano, no se siente capaz o competente en algunas habilidades para hacer ejercicio o tiene ciertas limitaciones de salud que sea una barrera para moverse.
Si hacés ejercicio para:
- Que el doctor no te regañe en la próxima cita.
- Agradar a tu pareja, familia, entrenador, etc
- Que la báscula muestre datos diferentes (- peso, – grasa, + músculo, etc).
- Calzar en un estándar socialmente aceptado.
- Ser parte de un grupo social que se identifique como “saludable” (eso requiere más variantes que sólo ejercicio).
- Cambiar tu cuerpo (esto puede tener un origen engañoso ¿Lo querés cambiar por que vos querés? ¿ o para calzar en un estándar social?).
- En fin…
Todas esas metas no son tuyas, o diríamos que esa motivación viene de algo o alguien externo a vos y el lograr un resultado o llegar a la meta dependerá de indicadores externos también (lo que diga la báscula, la opinión de otros, los estándares que establece la industria, tendencias de mercadeo, etc).
El ciclo de la motivación
La Dra Michelle Segar explica que las razones impuestas y externas para ejercitarte te hacen entrar en un ciclo erróneo de motivación. Dónde ese estímulo externo o motivo erróneo genera un deber o imposición ( algo que “deberías hacer”), cuando eso no sucede genera culpa o sensación de fallarle a algo o alguien te lleva a otra razón incorrecta y vuelve a empezar. Lo que ella llama el ciclo vicioso del fracaso
También comenta que muchas mujeres tienen como motivo principal para ejercitarse el querer perder peso o cambiar la forma del cuerpo (desde una insatisfacción) y que las mujeres que mencionaron estas razones como su motivador hacían ejercicio aproximadamente un 40% menos que las mujeres cuyo motivador era aumentar su sensación de bienestar, disminuir el estrés o disfrutar de la actividad.
Estos últimos son motivadores internos porque dependen exclusivamente de vos, también te llevan a un ciclo correcto de la motivación, dónde se genera un beneficio y un aumento de placer.
Desbloquear el ejercicio
Socialmente se promueve el ejercicio y la actividad física relacionándose con motivaciones a corto plazo, con culpa y vergüenza generadas por el negocio de la insatisfacción corporal, esto contribuye al inicio pero no lo hace sostenible a largo plazo. Así como tampoco metas vagas o inexactas como “estar en forma” “bajar de peso” “estar saludable”.
Algunas veces esas imposiciones pudieron generar bloqueos mentales hacia el ejercicio (y ya vimos que el cerebro lo va a evitar) y además llenarte de un montón de “deberías” (obligaciones) para cumplir con la actividad. Pero ya vimos que el camino de la culpa no es el correcto.
Tendrás más éxito si te enfocás en sentimientos positivos y que den una satisfacción inmediata (como te sentís cuando te ejercitás, cómo beneficia tu día a día, etc), por lo tanto parte de la motivación para el ejercicio vendrá en desbloquear esas barreras o limitantes.
Y la forma de hacerlo una prioridad y sacar el tiempo es asociarlo con un beneficio convincente y valioso para tu vida diaria. ¿Recordás lo que te dije al inicio de la intensidad de la motivación? pues su intensidad aumenta cuando la recompensa o sensación de lograrlo se ve más real y cercana.
“Decir que no tengo motivación para el ejercicio” a veces tapa otras cosas, por ejemplo “no me gusta ese tipo de ejercicio” “no me siento bien en ese lugar” pensar que el ejercicio tiene que ser igual para todas lo convierte en una imposición y que podés adaptarlo a vos las veces que sea necesario.
¿Qué puedo hacer?
Te resumo 5 pasos importantes:
- Analizar tus metas y tus motivos. ¿Qué querés? y ¿Para qué?. Podés plantearlas con el método SMART que te mencioné.
- Que sea accesible y realista. ¿Cuánto podés hacer realmente? Presionarte por cumplir un gran volumen de ejercicio sólo genera más insatisfacción y desmotiva. ¿Qué si podés hacer? ¿Qué se adapta a tu realidad?
- Prepará el ambiente. Que sea agradable para vos: música de tu agrado, un espacio cómodo y seguro que te den ganas de repetir la actividad. El ambiente puede ser un factor que te motive (externo pero un gran reforzador) o un gran bloqueo.
- Nadie lo va a hacer por vos. El cambio implica soltar ciertos hábitos que te mantienen segura pero nadie lo puede hacer por vos, iniciamos con motivación pero requerimos también compromiso y estar dispuesta a pagar el precio. ¿Qué estás dispuesta a dejar por lograrlo?
- Flexibilidad en el proceso. Que te permita adaptarte a los cambios, hacer los ajustes necesarios a la ruta.
Siempre es importante:
- Evaluar. Para saber que si funciona y que no, según tus estándares.
- Disfrutar el proceso. no tiene que ser una tortura por una meta final, el cambio se da en el proceso, en el día a día.
- Celebrar. Porque tu cerebro registra los logros y cada logro aumenta tu autoconfianza.
Herramientas para entrenar diferente:
Entrá al taller EJERCICIO INTUITIVO Y CONSCIENTE donde vamos a mirar hacia adentro y conectar con tu cuerpo mediante el ejercicio.
Podés estar en vivo este sábado 30 de julio o accesar a la grabación.
¿Querés leer más?
- https://www.forbes.com/sites/quora/2022/05/13/how-to-create-healthy-habits-when-life-gets-in-the-way/?sh=71c5bb342677
- https://www.healthywomen.org/content/article/motivate-yourself-past-exercise-blocks
- Segar, Michelle L. Ph.D., M.P.H., M.S. ACTIVITY TRACKING + MOTIVATION SCIENCE, ACSM’s Health & Fitness Journal: July/August 2017 – Volume 21 – Issue 4 – p 8-17.doi: 10.1249/FIT.0000000000000309
- Teixeira, P.J., Carraça, E.V., Markland, D. et al. Exercise, physical activity, and self-determination theory: A systematic review. Int J Behav Nutr Phys Act 9, 78 (2012). https://doi.org/10.1186/1479-5868-9-78